En la causa que investiga el Plan Sistemático de robo de bebés durante la última dictadura prestó declaración Estela de la Cuadra, hija de una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. La testigo relató las gestiones que realizó su madre ante el ahora cardenal Jorge Bergoglio para localizar a su nieta desaparecida. Agregó así más datos que justifican el pedido que desde diversos sectores se realiza para que el religioso vuelva a declarar y ponga a disposición todos los datos que tiene sobre el tema.
El cardenal Jorge Bergoglio podría ser llamado a declarar como testigo nuevamente en una causa por delitos de lesa humanidad, esta vez ante el Tribunal Oral Federal 6, por la causa Plan Sistemático de robo de bebés. Así lo solicitaron ayer la fiscalía y las querellas luego de que Estela de la Cuadra, hija de una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, relatara las gestiones que realizó su madre ante el religioso para localizar a su nieta desaparecida.
De la Cuadra relató el calvario que sufrió en carne propia con siete familiares desaparecidos, entre quienes se encuentra su marido Gustavo Fraire y su hermano Roberto José. Pero ayer su testimonio se centró en la desaparición de su hermana Elena, embarazada de cinco meses, y su esposo Héctor Baratti, ambos secuestrados en un operativo el 23 de febrero de 1977.
El 7 de julio de ese año, la familia recibió la primera noticia de que Elena había dado a luz a una beba, Ana, mientras estaba detenida en la Comisaría 5ª de La Plata. El parto fue luego confirmado por varios testigos y su caso es una de las 34 apropiaciones que se investigan en el juicio oral en el que están imputados entre otros los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone.
Estela se detuvo en varias oportunidades durante sus más de tres horas de exposición en las gestiones que su madre, Alicia “Licha” de la Cuadra, realizó ante las autoridades eclesiásticas para encontrar con vida a la joven y su bebé. “A través de una autoridad jesuita de Italia mi mamá y mi papá consiguieron audiencia con Jorge Bergoglio, entonces provincial jesuita de Buenos Aires. Bergoglio les da una carta donde les dice que el obispo de La Plata Mario Piqui iba a interceder en el caso”, señaló. Luego, Piqui se entrevistó con las autoridades policiales y les trasmitió que la bebé estaba en poder de “un matrimonio bien” y que ya no había “vuelta atrás”.
“Bergoglio dijo al declarar en la causa ESMA que se enteró hace diez años que había niños desaparecidos. Creo que es inmoral contestar eso, es burlarse de lo que hicieron estos hombres y mujeres”, dijo indignada la testigo y reclamó que la máxima autoridad católica del país declare en el juicio: “Esta es la tercera vez que lo manifiesto en un Tribunal Federal, ¿qué posición van a tomar ustedes sobre Bergoglio? Él se ocupó de la cuestión de Ana, pero ¿qué pasó, cuál es el mecanismo que tuvo, qué pasó con Ana? ¿No amerita que Bergoglio conteste estas preguntas?”, insistió la testigo ante los jueces que, sorprendidos, le explicaron que antes de decidirlo debían deliberar.
La testigo relató con lujo de detalles los comienzos de Abuelas de Plaza de Mayo, con las reuniones en las que participaba su madre, “Licha” de la Cuadra, junto a Estela de Carlotto y María Isabel ‘Chicha’ Mariani, entre otras.
Entregó al Tribunal una gran cantidad de documentos históricos como pruebas del reclamo de Abuelas durante la dictadura y la democracia: las primeras solicitadas publicadas en los diarios y las incansables gestiones ante autoridades militares, civiles y eclesiásticas.
Una de las primeras cartas firmadas como Abuelas fue un pedido dirigido a otra autoridad de la Iglesia, el cardenal Raúl Primatesta, el 12 de septiembre de 1979, acompañada de un dossier con algunos casos de bebés desaparecidos. La respuesta del cardenal fue leída por la presidenta del TOF 6, María del Carmen Roqueta: “Estamos en conocimiento de su situación por sus anteriores misivas. Bien quisiera ayudar a recuperar a su nieta pero usted conoce el límite de acción de la Jerarquía Eclesiástica. Estaremos orando en la tumba de los Apóstoles por usted y todos los que comparten su misma situación.”
Al finalizar su testimonio, De la Cuadra, resignada, manifestó: “En este momento no sé donde está Ana, no tengo ni idea. ‘Licha’ la buscó desde el primer día y siguió buscando hasta sus últimos momentos. De Videla para abajo participaron de la represión, pero también hacia los costados.”
FUENTE: Infoanpress
El cardenal Jorge Bergoglio podría ser llamado a declarar como testigo nuevamente en una causa por delitos de lesa humanidad, esta vez ante el Tribunal Oral Federal 6, por la causa Plan Sistemático de robo de bebés. Así lo solicitaron ayer la fiscalía y las querellas luego de que Estela de la Cuadra, hija de una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, relatara las gestiones que realizó su madre ante el religioso para localizar a su nieta desaparecida.
De la Cuadra relató el calvario que sufrió en carne propia con siete familiares desaparecidos, entre quienes se encuentra su marido Gustavo Fraire y su hermano Roberto José. Pero ayer su testimonio se centró en la desaparición de su hermana Elena, embarazada de cinco meses, y su esposo Héctor Baratti, ambos secuestrados en un operativo el 23 de febrero de 1977.
El 7 de julio de ese año, la familia recibió la primera noticia de que Elena había dado a luz a una beba, Ana, mientras estaba detenida en la Comisaría 5ª de La Plata. El parto fue luego confirmado por varios testigos y su caso es una de las 34 apropiaciones que se investigan en el juicio oral en el que están imputados entre otros los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone.
Estela se detuvo en varias oportunidades durante sus más de tres horas de exposición en las gestiones que su madre, Alicia “Licha” de la Cuadra, realizó ante las autoridades eclesiásticas para encontrar con vida a la joven y su bebé. “A través de una autoridad jesuita de Italia mi mamá y mi papá consiguieron audiencia con Jorge Bergoglio, entonces provincial jesuita de Buenos Aires. Bergoglio les da una carta donde les dice que el obispo de La Plata Mario Piqui iba a interceder en el caso”, señaló. Luego, Piqui se entrevistó con las autoridades policiales y les trasmitió que la bebé estaba en poder de “un matrimonio bien” y que ya no había “vuelta atrás”.
“Bergoglio dijo al declarar en la causa ESMA que se enteró hace diez años que había niños desaparecidos. Creo que es inmoral contestar eso, es burlarse de lo que hicieron estos hombres y mujeres”, dijo indignada la testigo y reclamó que la máxima autoridad católica del país declare en el juicio: “Esta es la tercera vez que lo manifiesto en un Tribunal Federal, ¿qué posición van a tomar ustedes sobre Bergoglio? Él se ocupó de la cuestión de Ana, pero ¿qué pasó, cuál es el mecanismo que tuvo, qué pasó con Ana? ¿No amerita que Bergoglio conteste estas preguntas?”, insistió la testigo ante los jueces que, sorprendidos, le explicaron que antes de decidirlo debían deliberar.
La testigo relató con lujo de detalles los comienzos de Abuelas de Plaza de Mayo, con las reuniones en las que participaba su madre, “Licha” de la Cuadra, junto a Estela de Carlotto y María Isabel ‘Chicha’ Mariani, entre otras.
Entregó al Tribunal una gran cantidad de documentos históricos como pruebas del reclamo de Abuelas durante la dictadura y la democracia: las primeras solicitadas publicadas en los diarios y las incansables gestiones ante autoridades militares, civiles y eclesiásticas.
Una de las primeras cartas firmadas como Abuelas fue un pedido dirigido a otra autoridad de la Iglesia, el cardenal Raúl Primatesta, el 12 de septiembre de 1979, acompañada de un dossier con algunos casos de bebés desaparecidos. La respuesta del cardenal fue leída por la presidenta del TOF 6, María del Carmen Roqueta: “Estamos en conocimiento de su situación por sus anteriores misivas. Bien quisiera ayudar a recuperar a su nieta pero usted conoce el límite de acción de la Jerarquía Eclesiástica. Estaremos orando en la tumba de los Apóstoles por usted y todos los que comparten su misma situación.”
Al finalizar su testimonio, De la Cuadra, resignada, manifestó: “En este momento no sé donde está Ana, no tengo ni idea. ‘Licha’ la buscó desde el primer día y siguió buscando hasta sus últimos momentos. De Videla para abajo participaron de la represión, pero también hacia los costados.”
FUENTE: Infoanpress
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