Una sociedad sin manicomios

Ese es el nuevo paradigma que se quiere alcanzar y con la nueva Ley de Salud Mental se ha dado un gran paso en ese sentido. 

Bethlem Royal Hospital, grabado del siglo XIX

El fin de los neuropsiquiátricos en el país y el derecho a una atención integral, comunitaria y gratuita de los pacientes con problemas psiquiátricos son algunos de los puntos sobresalientes de la nueva ley que se votó en la madrugada del jueves por unanimidad por 47 Senadores de la Nación.

La Ley de Salud Mental que desalienta las internaciones indefinidas, además introduce la perspectiva de los Derechos Humanos, vuelve a los pacientes psiquiátricos sujetos de derecho, y propicia condiciones menos restrictivas de tratamiento.

“La esencia de este proyecto es cambiar la idea que se tiene de las personas con padecimientos mentales, que actualmente son vistas por buena parte de la sociedad y del sistema como personas peligrosas, de las que hay que proteger a la sociedad a través del aislamiento y del encierro, y como personas que no son capaces de decidir por sí mismas.  Había que cambiar ese eje y entender que son personas con derecho, que el padecimiento mental es una situación, un episodio, que debe ser atendido junto con el resto de los problemas de salud, que es en la comunidad y no en el encierro” relató al Diario Diagonales, Leonardo Gorbacz, autor del proyecto convertido en ley.

Por su parte, Claudio Morgado, titular del INADI, destacó que “la ley asegura el goce de los derechos humanos e inserta la temática de lo que son las construcciones sociales.  También incluye el tema de las adicciones, dándoles derechos y garantías a las personas con usos problemáticos de drogas”.

Lo más importante de esta nueva ley es que las personas van a poder ejercer sus derechos civiles como cualquier persona y van a poder tomar decisiones sobre su propia vida.